Jefe superior político de la provincia

Durante el régimen constitucional se crean jefaturas políticas en las provincias (1813). Delegado del gobierno en la provincia, el jefe político era una figura a medio camino entre el antiguo corregidor (que era suprimido) y el futuro Gobernador civil. Era el último responsable de la ejecución de las leyes y órdenes del Gobierno, para lo que podía requerir en caso necesario la ayuda militar, y del mantenimiento del orden público. Presidía la Diputación y supervisaba la administración municipal. La restauración fernandina acabó con el primer ensayo de administración constitucional Fernando VII declaró en mayo de 1814 nulos los Decretos de las Cortas y la Regencia. El Gobierno político del País Vasco se encomendó a los capitanes generales y comandantes militares, suprimiendo la figura del jefe político. A partir de 1834 pasó a denominarse Comisariado regio. Las Diputaciones vascas trataron de equiparar esta figura a la del corregidor tradicional, para que se viera obligado a jurar los fueros. Se suprimió en 1835 y se restableció el Corregimiento tradicional. Con la subida al poder de los progresistas en 1837 se restablecieron las instituciones constitucionales, entre ellas la figura del jefe político, como institución independiente y delegado directo del Gobierno. Finalizada la guerra carlista en 1839, y con los moderados en el Gobierno, se reorganizó la administración provincial, nació el Corregimiento político como institución a medio camino entre el corregimiento tradicional y el jefe político El Real Decreto de 29 de octubre de 1841 (Decreto de Vitoria) puso fin a la duplicidad institucional que había existido durante los años anteriores. Se instalaron nuevas diputaciones provinciales, una vez suprimidas las forales, que asumían las funciones de éstas últimas y de las Juntas Generales, y se sustituyeron los Corregidores políticos por Jefes políticos que asumían las funciones de policía que tenían las Diputaciones forales. Con la caída del régimen esparterista y el acceso al poder de los moderados, en 1845, se volvió a la situación anterior. El gabinete moderado que se instaló en 1844 se propuso fortalecer la figura del delegado del gobierno. El primer paso fue eliminar su carácter de corregidor político, se le entregaron atribuciones de intendencia y se le cambió la denominación por la de Gobernador civil (R.D. 28 diciembre 1849). Vease también: Corregidor de la Provincia; Gobernador Civil Fuente: Rubio Pobes, Coro. "Fueros y constitución: la lucha por el control del poder, País Vasco, 1808-1868. Bilbao: U.P.V.-E.H.U., 1997 Echegaray, Carmelo de. "Compendio de las Instituciones Forales de Guipúzcoa". Ed. facsímil de la de San Sebastián 1924. San Sebastián: Diputación Foral de Guipúzcoa, 1984.