Se designa con el nombre de suministros, la provisión de víveres y útiles hechas a las tropas por los Ayuntamientos, y por éstos y las Diputaciones a determinados establecimientos o instituciones benéficas. Entre los productos destacaban el pan, cebada, paja, maíz y forraje y estaba destinado a las tropas contendientes, regulares y guerrilleras, bien sobre el propio terreno, bien en hospitales u otros lugares. En períodos de paz también se da este servicio, extendiéndose a los presos pobres y enfermos y a la Guardia Civil.
La entrega de los suministros se controlaba mediante cuentas detalladas, vales, recibos, estado de las raciones suministradas, libramientos, liquidaciones mensuales, etc.
Los jefes de los cuerpos, destacamentos o partidas, y los individuos sueltos, al recibir los suministros, facilitaban un recibo por las raciones de pan, otro por las de artículo de pienso (cebada y paja) y otro por las especies de utensilios (aceite, carbón, leña).
Los Ayuntamientos presentan los recibos, comprendidos en partes mensuales, en la Comisaría de Guerra de la provincia o en la Diputación, quien los remite a la Intendencia militar del distrito. La Intendencia militar, revisados lors recibos, ordena los pagos a favor de la Administración económica de la provincia que, a su vez, hará los libramientos a los ayuntamientos
Según P. Gorosabel el servicio de utensilios (que comprende el suministro de luz, paga, carbón y leña para las guardias, cuarteles y ranchos) se menciona por primera vez en el reglamento de tránsitos de 1719, donde consta que se ha de suministrar por la provincia. Sin embargo, en las Juntas de Cestona de 1795 se da a entender que nos es de cuenta de la Provincia sino de la Hacienda Real.
Las Juntas de Guetaria de 1815 reconocieron este servicio como carga provincial, al decretar que se encomendase a los pueblos, y que estos hiciesen sus liquidaciones con la Diputación al fin de cada mes
A partir de 1813, las autoridades provinciales piden justificantes, relación de cuentas, libramientos y todo tipo de documentación que justificara la aportación de suministros a las tropas francesas para proceder a su liquidación. Por este motivo, las cuentas de los suministros a tropas francesas y a españolas y voluntarios aparecen individualizadas.
El incremento del servicio de suministros provocó un agotamiento de los recursos de las haciendas locales, con un creciente endeudamiento, que se saldó con la privatización de los bienes municipales, proceso acentuado durante las guerras carlistas.
En muchos casos, las autoridades recurrieron a establecer contratas con diversos asentistas, que se comprometían básicamente al abastecimiento de pan, vino, carne, cebada y paja.
Por Real Orden (de 1834?), el suministro de raciones de carne y vino a las tropas del Ejército de Operaciones del Norte de España era por cuenta de las provincias; estas se dividieron en distritos militares. La provincia de Guipúzcoa está dividida en 4 distritos o partidos para la gestión de este servicio a las tropas.
El 11 de abril de 1834 la Diputación emite una orden creando una nueva división de la provincia en cuatro distritos o partidos "para hacer frente al considerable gasto que ocasiona el suministro de raciones de carne y vino a las tropas de la Reina Nuestra Señora"; Bergara encabeza el cuarto partido que está compuesto de 13 pueblos: Vergara, Azcoitia, Placencia, Eibar, Elgueta, Mondragón, Arechavaleta, Escoriaza, Salinas, Elgoibar, Motrico, Deva y Anzuola.
El 25 de abril de 1834 la Diputación emite un oficio disponiendo que el servicio de bagajes quede también por cuenta de las Juntas de distrito o partido para el servicio de suministro.
El 6 de septiembre de 1839 la Junta del distrito militar, convocada por el Comisario de Guerra de la Guardia Real Provincial, acordó ampliar el distrito añadiendo los pueblos de la cuenca del Urola (y Oñate), para hacer frente al gran volumen de suministros. Se trata de los pueblos de Legazpia, Villarreal, Zumarraga, Azpeitia, Cestona, Zumaya y Oñate. La Diputación emite una circular en 12 de septiembre de 1839, en que se ordena el restablecimiento de las Juntas del Distrito creadas el 11 de abril de 1834 para facilitar el servicio de suministros a las tropas nacionales y arreglar definitivamente las cuentas de aquella época y agregada a la permanente creada últimamente para la liquidación de los suministros que se prestasen al Ejército de Operaciones del Norte. En esta Junta participan, en principio, veinte pueblos: Deva, Motrico, Elgoibar, Eibar, Placencia, Vergara. Elgueta, Anzuola, Mondragón, Arechavaleta, Escoriaza, Salinas, Legazpia, Villarreal, Zumarraga, Azcoitia, Azpeitia, Cestona, Zumaya y Oñate |